Buenas a todos/as¡
Lo se lo sé, hacía mil años que no escribía, mea culpa. He estado muy liada estos últimos tres o cuatro meses y aunque se que eso no es excusa es lo único que puedo decir, pero ahora, por circunstancias que no vienen al caso, estoy más libre así que he pensado en retomar este blog que lo tenía lleno de polvo y telarañas.
El post de hoy no es exactamente de ayuda ayuda, o tal vez si, depende de quien lo lea y el espejo conque lo mire. Hablando hoy con una persona me ha preguntado "y, ¿por qué Manchester?". Es una pregunta que mucha gente me ha hecho a lo largo del tiempo que llevo aquí. Todos los que emigramos, petate al hombro, tenemos nuestras razones para elegir un país al que emigrar, y dentro de él a una ciudad concreta. Tú, lector, tendrás tus razones como yo tengo las mías, pero por lo que fuera decidiste darle una oportunidad a Manchester.
Reconozco que yo no había estado nunca, y que mi decisión se vio marcada por el hecho de que cuando yo hice mi petate las estadísticas decían que el norte tenía menos paro, ¿queeeee? dirás, sí, yo tampoco me explico mucho donde demonios miré aquellas estadísticas pero no me arrepiento de haber venido, al contrario porque Manchester me atrapó, quiero pensar que más como amante atento y dulce que como trampa llena de dientes destinada a conejos incautos.
¿Y por qué Manchester?, y por qué no?, quiero decir, ¿a vosotros os gusta Manchester?, a mi me encanta, creo que eso queda claro al minuto uno de que yo abra la boca en una conversación de este tipo. Me cansé de pelearme con los españoles que decían que si la ciudad era muy fea, que si no había nada que hacer, que si estaba plagada de españoles, que si no había forma de encontrar ingleses, que si llovía, que si que si que si.
Pero la verdad sea dicha, todo eso pasa en todas las ciudades, sí, incrédulo lector, sí, en Londres también. Esto ya no es el Edén del que nos hablaban hace diez años o más de llegar a la ciudad X que sea, encontrar un curro a la semana y estar trabajando de lo tuyo a los tres meses, eso no pasa en Manchester ni a la postre en la luna (bueno a lo mejor allí si pero no esperes hasta el año que viene para emigrar que luego te encontrarás que hay demasiados españoles flotando por todos lados).
Entonces ¿por qué Manchester?, pues porque Manchester es una ciudad con un alma propia que cuando la encuentras se te mete dentro y ya forma parte de tí, no puedes, ni quieres, deshacerte de ella. Manchester con sus gentes de acento impronunciable pero amables y atentas, con sus rincones ocultos a la vista del que decide que el "centro" lo componen Picadilly y Deansgate y para de contar, con su pasado industrial latente en cada calle, cada edificio, cada fábrica reconvertida en gimnasio, casa o iglesia baptista, protestante o de la quinta redención, su multiculturalidad de mil lenguas y gentes de todas partes del globo y alguno de fuera del planeta, su música, pasada y presente, con sus ritmos acústicos, sus notas de blues, sus bajos, sus guitarras, sus pianos, sus voces en la penumbra de algún club de Norther Quarter, su goteo constante de estudiantes y sus rebajas en todos sitios para el colectivo más extenso en invierno y más parco en verano, sus barrios típicos pequeñas mini ciudades y a la postre hasta paises entero que se desenvuelven y laten al unísono con el corazón de la ciudad, su clima tan odiado bien sea con nubes bajas, nubes altas, niebla, llovizna, nieve de copos finos, tormentas de "se nos acaba el mundo", sol de luz blanca y raros días de cielo azul, sus eventos, sus festivales, sus conciertos, su más que asequible calidad precio a la hora de vivir, dormir e incluso ahorrar esas libras que ganaste con el sudor de tu frente, sus, sus, sus....
Y así podría seguir horas y horas. Manchester, ciudad de acogida y para siempre en mi corazón aunque hiciera el petate y me moviera a otro sitio, para mí, siempre nos quedará Manchester.
Y tú ¿por qué Manchester?
Sed felices.
Lo se lo sé, hacía mil años que no escribía, mea culpa. He estado muy liada estos últimos tres o cuatro meses y aunque se que eso no es excusa es lo único que puedo decir, pero ahora, por circunstancias que no vienen al caso, estoy más libre así que he pensado en retomar este blog que lo tenía lleno de polvo y telarañas.
El post de hoy no es exactamente de ayuda ayuda, o tal vez si, depende de quien lo lea y el espejo conque lo mire. Hablando hoy con una persona me ha preguntado "y, ¿por qué Manchester?". Es una pregunta que mucha gente me ha hecho a lo largo del tiempo que llevo aquí. Todos los que emigramos, petate al hombro, tenemos nuestras razones para elegir un país al que emigrar, y dentro de él a una ciudad concreta. Tú, lector, tendrás tus razones como yo tengo las mías, pero por lo que fuera decidiste darle una oportunidad a Manchester.
Reconozco que yo no había estado nunca, y que mi decisión se vio marcada por el hecho de que cuando yo hice mi petate las estadísticas decían que el norte tenía menos paro, ¿queeeee? dirás, sí, yo tampoco me explico mucho donde demonios miré aquellas estadísticas pero no me arrepiento de haber venido, al contrario porque Manchester me atrapó, quiero pensar que más como amante atento y dulce que como trampa llena de dientes destinada a conejos incautos.
¿Y por qué Manchester?, y por qué no?, quiero decir, ¿a vosotros os gusta Manchester?, a mi me encanta, creo que eso queda claro al minuto uno de que yo abra la boca en una conversación de este tipo. Me cansé de pelearme con los españoles que decían que si la ciudad era muy fea, que si no había nada que hacer, que si estaba plagada de españoles, que si no había forma de encontrar ingleses, que si llovía, que si que si que si.
Pero la verdad sea dicha, todo eso pasa en todas las ciudades, sí, incrédulo lector, sí, en Londres también. Esto ya no es el Edén del que nos hablaban hace diez años o más de llegar a la ciudad X que sea, encontrar un curro a la semana y estar trabajando de lo tuyo a los tres meses, eso no pasa en Manchester ni a la postre en la luna (bueno a lo mejor allí si pero no esperes hasta el año que viene para emigrar que luego te encontrarás que hay demasiados españoles flotando por todos lados).
Entonces ¿por qué Manchester?, pues porque Manchester es una ciudad con un alma propia que cuando la encuentras se te mete dentro y ya forma parte de tí, no puedes, ni quieres, deshacerte de ella. Manchester con sus gentes de acento impronunciable pero amables y atentas, con sus rincones ocultos a la vista del que decide que el "centro" lo componen Picadilly y Deansgate y para de contar, con su pasado industrial latente en cada calle, cada edificio, cada fábrica reconvertida en gimnasio, casa o iglesia baptista, protestante o de la quinta redención, su multiculturalidad de mil lenguas y gentes de todas partes del globo y alguno de fuera del planeta, su música, pasada y presente, con sus ritmos acústicos, sus notas de blues, sus bajos, sus guitarras, sus pianos, sus voces en la penumbra de algún club de Norther Quarter, su goteo constante de estudiantes y sus rebajas en todos sitios para el colectivo más extenso en invierno y más parco en verano, sus barrios típicos pequeñas mini ciudades y a la postre hasta paises entero que se desenvuelven y laten al unísono con el corazón de la ciudad, su clima tan odiado bien sea con nubes bajas, nubes altas, niebla, llovizna, nieve de copos finos, tormentas de "se nos acaba el mundo", sol de luz blanca y raros días de cielo azul, sus eventos, sus festivales, sus conciertos, su más que asequible calidad precio a la hora de vivir, dormir e incluso ahorrar esas libras que ganaste con el sudor de tu frente, sus, sus, sus....
Y así podría seguir horas y horas. Manchester, ciudad de acogida y para siempre en mi corazón aunque hiciera el petate y me moviera a otro sitio, para mí, siempre nos quedará Manchester.
Y tú ¿por qué Manchester?
Sed felices.
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