miércoles, 5 de junio de 2013

Rutas por el Manchester desconocido II: The lost pubs

Una de las cosas que llaman la atención cuando llegas a Reino Unido es la cantidad de pubs que crecen, como setas tras la lluvia, por cada rincón por pequeño y escondido que sea desde la aldea de tres habitantes hasta las mega urbes infinitas.

Y esta máxima se repite para entusiasmo del español de turno que añora su cervecita con tapa de la hora del almuerzo. Es parte de la cultura porque incluso aunque no seas un bebedor habitual, el pub es un fantástico lugar de reunión para conocer a los lugareños, hacer migas con los españoles residentes, ver el fútbol o acudir las noches de quiz a ganar pintas gratis y hablar ingles.

Manchester no se queda a la zaga de otras ciudades en cuanto a la miríada de pubs que surgen entre sus callejones. Si acabas de llegar o si llevas un tiempo por aquí, seguro que alguien te habrá hablado del Footage o del Sinclair, pubs de españoles por antonomasia pero aparte de estos dos, que si, que son fantásticos uno porque tiene pantallas y pantallas para ver el fútbol y el otro porque tiene unos precios bien económicos, pero existe toda una selección más allá de estos dos.

Yo no soy bebedora ni habitual ni ocasional, podría contar con los dedos de una mano las pintas que me he tomado aquí pero me encantan los pubs porque son lugares de lo más brittish y cuanto más escondidos y perdidos estén mejor que mejor así que junto con un amigo nos hemos hecho el propósito de visitarlos uno por uno y probar las famosas "ales", cervezas de fabricación local muy apreciadas por los ingleses, y ya de paso comer comida típica, pies, hotpod, sunday lunch, etc. todo caerá  y seguirá cayendo por mucho tiempo pues la cantidad de pubs es inagotable al menos hasta la fecha.

Decir también que hay una iniciativa del council que se llama precisamente como el nombre de este post, "The Lost Pubs" que lo que hace es llevarte de ruta por una serie de pubs escogidos por su historia y anecdotario peculiar y mientras te va contando las peripecias históricas que desarrollaba en el pub de turno, te enseña edificios que fueron antiguos pubs y te habla un poco de la historia de la ciudad. Mi amigo y yo nos apuntamos a un tour gratuito ayer y lo pasamos genial, hasta nos dieron un helado y un pie (no, no es esa extremidad que usas para andar, es un pastelillo relleno de carne o verdura muy típico de UK), que más se puede pedir.

Cada uno de los pubs que hemos visitado tiene su aquel que le hace especial, a algunos hemos vuelto no una sino más de tres veces, a otros no pero de todos hemos sacado una experiencia enriquecedora y divertida en muchos casos.

Ahí tenéis al Rover´s Return que está en Chapel Street cuya camarera es una señora con todas las letras que si no tiene 80 años no tiene ninguno que cada vez que pides una pinta con tu acento de "no soy de UK ni de coñá" te pregunta "y tú de donde eres" y cuando dices Spain te suelta aquello de, "con el tiempo de mierda que hace aquí no me puedo creer que vinieras voluntariamente"; y si esperabas encontrarte algún español ya puedes olvidarte, aquí todos son lugareños versión inglesa del viejo con gorra acodado en la barra del bar de tu pueblo.


En la misma calle un poco más adelante, en el cruce con Blackfriars St, podemos encontrar al Black Lion. Merece la pena mencionar que si vas por Liverpool Rd, te topas con otro pub llamado precisamente al contrario TheWhite Lion, ¿estarán hermanados me pregunto?. En fin a lo que íbamos, The Black Lion no se anda con chiquitas, este es de los grandes. Tiene 3 plantas y aquí hasta te emiten películas ciertos días de la semana. Hacen muchas actividades e incluso a veces tienen degustaciones de cervezas gratuitas, merece la pena tenerlo fichado.


El Eagle Inn si que es un pub perdido de verdad. Para encontrarlo o alguien te lo ha enseñado o te lo has topado haciendo fotos de edificios abandonados como la misma que viste y calza. Si veis la zona de alrededor quedareis francamente sorprendidos de que, primero ahí haya un pub que de hecho está abierto, sirve comidas y no sea un puticlub y segundo, que no lo hayan derruido por error como todo lo que tiene alrededor. Pero este pub merece la visita ya que tiene un amplia variedad de ales caseras y aquí os podéis comer el pie más delicioso que os vais a comer en Reino Unido, nada que ver con las cosas esas que os venden como pies en Greggs, esto si que es comida auténticamente tradicional inglesa y lo demás son tonterías.



El siguiente pub de la lista no me puede pillar más cerca, si me tiro por la ventana aterrizo en el tejado. Hablo del King´s Arms. Para empezar el edificio es una preciosidad, si te gusta la arquitectura tanto como a mi seguro que te acercas a echarle un vistazo. Está erigido en una bocacalle de Chapel St. y cuando ves sus chimeneas alineadas y sus tejados rojos no puedes dejar de pensar que de un momento a otro Mary Poppins se va a dejar caer encima de él. El interior tampoco se queda a la zaga, en sus paredes os podéis deleitar con la colección más extraña y amplia de cartelitos de "no molestar" de esos que se ponen en las puertas de los hoteles, amén de vinilos, carteles antiguos y hasta un tiburón de mentirijillas justo encima de la barra. Sirven comidas caseras y ales locales, y los fines de semana en la planta superior hacen conciertos de música en vivo. 
Aunque parezca mentira solo he entrado una vez pero el interior me ha encantado, repetiré, tal vez para probar las comidas que son bien baratas y tienen muy buena pinta.


Ahora que llega el buen tiempo, o más bien, ese día que te levantas y da la casualidad de que hace sol y encima va y calienta, no puedes dejar de visitar el The Old Pint Pot, justo a la orilla del rio Irwell al lado del parque de The Medow. Es un pub universitario, ya que está la universidad de Salford a un tiro de piedra así imaginaos los precios. Tienen cervezas y comidas, estas últimas bien económicas y de buena calidad. El otro día estuve con una amiga y la hamburguesa que nos comimos esta estupenda y por menos de 5 libras. Pero lo mejor de este pub sin lugar a dudas es la terraza con mesas de picnic de vistas al rio y al parque. Si hace un día de sol e incluso si no, desde luego la vista es muy agradable y la terraza es fantástica.


Y eso es todo amigos¡, al menos de momento. Seguro que en breve subo un volumen II de esta entrada, hasta entonces..

!Sed felices¡

PD: por si alguien lo está pensando, no, no cobro comisión por mencionar los pubs que menciono, ya me gustaría ya, si resulta que gracias a este post los pubs se llenan de españoles, lo mismo vuelvo a hacer negocios con los dueños pero de momento no hay "money" que valga.

sábado, 1 de junio de 2013

Rutas por los alrededores Vol I: Hope Valley

Uno de esos días que te despiertan los rayos del sol a las cinco de la mañana, si si, como lo oyes, a las cinco de la mañana amanece por estos lares sino antes; el caso es que ese día me despertó un rayo de sol mañanero de esos que por aquí no suelen asomar mucho la nariz calentita, así que ya que estaba despierta ... me di la vuelta y me volví a dormir, ¡que creías!, eran las cinco de la mañana.

El caso es que ya a una hora más prudente y visto que el día se presentaba esplendoroso, decidí coger el  google map y a dedo irme a un lugar verdecito a hacer rutas de senderismo que el día estaba propio para la faena. En fin, que elijo Castleton, que para el que no esté muy informado, es un pueblecito de tres casas y media en medio del peack district. Me tiro para Victoria Station que de allí salía supuestamente un tren que iba y cuando ya tenía comprados los billetes y todo me da por preguntarle a un revisor, porque según el mapa aquel pueblo estaba no tan cerca como decía mi billete de tren que estaba, y resulta que no era el mismo Castleton.  Exacto, señores míos, hay dos Castleton porque por lo visto el día que se repartían los nombres el alcalde del pueblo de marras estaba dormido y se lo duplicaron. Vaya tela.

Pues nada allá que devuelvo los billetes y el de información me informa, valga la redundancia, que al Castleton al que yo quería ir no había trenes directos, tenía que irme a Edile y de allí coger un bus para Castleton, así que me voy para Picadilly Station a patita y de allí decido escoger Hope que está muy cerca de Edile y de Castleton; esta vez el billete era el correcto y allá que me voy hacia el centro del Peack District en un tren un tanto incómodo, cosa rara porque normalmente este tipo de trenes son bien confortables pero aquel era uno de esos días, ya sabéis cuales os digo.

Para los nuevos os diré que Peack District es una enorme masa verde que podemos encontrar a escasos kilómetros de Greater Manchester tirando hacia el este. Es una reserva natural con una flora y faunas exuberantes y unos pueblecitos escondidos que guardan el sabor de épocas pasadas. Recorriendo sus paisajes podrías toparte con Lancelot o el rey Arturo,  de sus lagos parecen surgir damas con espadas legendarias y si te fijas bien, a la sombra de los árboles puedes ver hadas volar.


El tren se perdía entre la inmensidad verde dejando a un lado y a otro de la vía una miríada de pueblos escondidos entre la foresta. Cerca de Edile vi dos campings, uno de tiendas y otro de caravanas, al pie de una montaña con una vista sobrecogedora, apuntados quedan como futuras escapadas con encanto. En el susodicho se bajó medio tren, no se veía ningún pueblo por los alrededores pero estaba claro que  una muy importante parte de las rutas de senderismo del lugar partían de Edile. Queda apuntado en mi cuaderno de bitácora para la próxima vez.




Y por fin llegamos a Hope. En esta parada también se bajó bastante gente aunque ellos iban más preparados que yo, todos con sus mochilas, botas de caminar, cantimploras y gorritos. Ahí es cuando me di cuenta que me iba a quemar cual salmonete, mira que es la guiri ahora.

En fin que como no tenía ni idea de para donde tirar me fui detrás de la gente que ya se sabe que mejor seguir a la manada que siempre llegan a un pueblo habitado y dicho y hecho, allá que me fuí detrás de toda la peña. Del tren al pueblo hay un tironcillo, unos 15 minutos andando al lado de la carretera, eso si, qué carretera amigos. Impresionantes parajes de verde y corderillos por doquier. 




El Peack District es una zona ganadera así que viajes a donde viajes verás vacas y ovejas por doquier. La primavera es la época elegida por el ganado para dar a luz así que te encontrabas con corderillos al más puro estilo Nori por todos lados. Las rutas suelen estar indicadas con un letrero que pone Footpath algo así como "Camino de a pie" y atraviesa en muchas ocasiones por zonas privadas que sin embargo son de libre paso para el viajero, siempre y cuando cumplas unas sencillas normas, muy lógicas por otro lado, caso es, no llevar perros sueltos, no molestar a los animales y no salirse de las rutas señaladas.

Cuando la masa se dispersó me di cuenta de que había llegado al pueblo, más bien aldea donde predominaban los pubs, bead and breakfast e inns, también había un sparq, un par de tiendecillas de bocadillos muy apañadas y una iglesia con su respectivo cementerio que era toda una cucada.



Como no sabía muy bien que rutas podía recorrer le pregunté a un lugareño que me indicó una ruta muy bonita al lado del río que no encontré pero me topé con una que llevaba precisamente al pueblo de las equivocaciones: Castleton, así que cogí mis bocadillos y mis chips y me fuí para Castleton. 
El sendero atravesaba campos de ovejillas y corderos que pastaban o tomaban el sol la mar de agusto. El rio fluía un poco más abajo, buscando recovecos donde esconderse del ojo vouyer del senderista. De vez en cuando había que abrir una puerta metálica con una enorme piedra atada sabiamente para que se cerrara una vez que la soltabas sin ninguna otra ayuda que la inercia, y otra veces había que sacar la agilidad de la mochila y saltar vallas de madera que dividían parcelas de campo.








El paisaje, sobrecogedor. A cada paso me parecía estar dentro de un cuadro de los románticos del siglo XIX. La exuberancia de los árboles dejaba paso a la campiña inglesa en su estado más puro. Andando por aquellos parajes te sentías un poco como un hobbit caminando por las lomas y senderos en busca de aventuras y tesoros escondidos.





A dos millas llegué a Castleton que como Hope y Edile no era más que una calle poblada de casas rurales donde hospedarse y supermercados donde abastecerse. Desde Castleton cogí un autobús que me bajó nuevamente a Hope y camino hacia el tren cogí otra ruta esta vez pegada al rio. Caminé un rato hasta que me topé con una zona que no parecía llegar a ningún sitio y me volví al tren pero vi que había otra ruta cerca que conducía a Edile, aunque esta ya era bastante más larga así que tomé nota mental y lo dejé para la próxima vez.




El tren pasó al cabo de media hora. Los trenes de vuelta pasan cada hora, pero no me importó lo más mínimo la espera pues estaba sentada en un banco, con el sol calentándome el cogote, los pájaros y los insectos zumbando alrededor y una absoluta calma que aquietaba el alma. Desde el tren de vuelta vi los últimos rayos de luz ambarina juguetear perezosos entre las hojas de los árboles mientras el suave vaivén del ferrocarril me adormecía y me dejaba la imagen imborrable del verdor grabada en la retina.





Sin duda, repetiré.

Sed felices.