sábado, 6 de abril de 2013

Rutas por el Manchester desconocido. Prólogo.

Un día cualquiera estas sentada en el pub de turno con una cerveza en la mano. A tu alrededor, amigos, compañeros, confidentes. Conversan animadamente intentando hacerse oir por encima del bullicio general. Tienes una oreja puesta en la conversación mientras que miras a través de las ventanas el rítmico caer de la lluvia. Hipnotizada por las lágrimas de lluvia sobre el cristal de la ventana grande, escuchas por quincuagésima vez aquello de "es que Manchester es muy feo", "si si, no es Londres para nada". Todos asienten. Tú no dices nada, continuas mirando por la ventana, más allá de Arndale, más allá de Deansgate, hacia aquellas callejas pobladas de leyendas, de edificios rojos semi derruidos conviviendo con imponentes gigantes de cristal y hierro, hacia canales pequeños y escondidos que serpentean por la ciudad como culebras de agua enjauladas en asfalto, hacia océanos de verde y amarillo que se extiende hasta perderse de vista.

Mas allá del Manchester conocido y despreciado se encuentra una ciudad que bulle y siente, que vive ajena al tiempo y al espacio y cuyo corazón late con fuerza, al ritmo de la música, de las locomotoras y las chimeneas de la época industrial. La ciudad pícara y traviesa va dejando migas de pan para que tu, cual Pulgarcito, sigas ese camino de baldosas amarillas que te lleva a explorar los rincones más recónditos de su alma de ladrillo rojo.

Si aceptas el reto que la ciudad te ofrece, ella no te defraudará. Caminarás por sus callejuelas más escondidas maravillandote de como su arquitectura más antigua convive con los colosos de cristal y hierro. Te perderás en su miriada de parques, muchos de los cuales ofrecen pequeños tesoros de épocas pasadas junto a exuberantes despliegues de naturaleza salvaje. Recorrerás canales que brotan aquí y allá, sumergiéndote en sus mismas entrañas bajo moles de hierro sobre las que aun pasan los trenes. El corazón de la ciudad palpitará y tú sentirás su ritmo bajo sus puentes, sus túneles  sus callejas, sus parques, sus canales, sus plazas y su decadente pasado industrial.

Ella te sonreirá y tú te sentirás vivo.

"La ciudad es muy fea, toda gris y sin gracia". "No es Londres, eh?"

No desde luego que no lo es.

Ni falta que hace.

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Llevaba tiempo sin subir ninguna entrada y lo cierto es que lo he echado de menos. Despues de todo, este blog es como una especie de proyecto de hijo. He pensado largo y tendido que subir, tenía en mente un post sobre como funciona lo de las council tax y en breve espero poder ayudaros con el tema, de momento aun intento aclararme porque la verdad es que es algo complicado de entender, al menos para mi.

Cuando llegais a Manchester lo primero que escuchais de boca de los que ya viven aquí es que la ciudad es muy fea y que no tiene nada que ver. Por supuesto, esa es una opinión tan válida como cualquier otra, pero yo nunca la he compartido y conforme pasa el tiempo, menos aun. La ciudad a simple vista no tiene mucha cosa, no es fea pero como escuchareis una y mil veces "esto no es Londres", pues no, pero ni falta que hace, tiene un pasado industrial muy visible en la arquitectura y en ciertos modos de vida  pero eso la hace bastante interesante, ya que te toca mojarte y descubrir su cara amable, su lado más atractivo y versatil, y lo tiene, no lo dudeis.

Así que mi próximo proyecto va a ser a enseñaros, a vosotros que la elegisteis por encima de Londres, que hiciste la elección correcta y que Manchester de verdad, merece la pena.

Bienvenidos a rutas por el Manchester desconocido.