El primer
trabajo que tuve en Inglaterra fue de basurero... er, en serio? pues
si, que aquí le llaman housekeeper pero aunque la traducción del
diccionario no se parezca para nada a basurero cualquiera que haya
trabajado en el sano oficio de la limpieza me entenderá
perfectamente. No es que yo tenga nada en contra de los basureros,
creedme, después de trabajar limpiando residencias de estudiantes,
los basureros para mi han ascendido al nivel de dioses por hacer el
trabajo que hacen, verdad verdadera.
En fin que como
decía, mi primer trabajo fue de basu... er housekeeper y después
del verano me pasé a la limpieza de oficinas, muy divertido también
si señor, en fin que yo no lo llevaba mal pero trabajaba muy pocas
horas así que no me daba para vivir. La cuestión es que con el
tiempo, y teniendo tiempo libre entre oficina y oficina para
investigar bien en internet buscando otras cosas, me di cuenta que
había un nicho vacío en el mercado de trabajo inglés, y este es el
de cuidador de personas.
Resulta que en
UK todas estas personas que en España viven en residencias o
unidades psiquiátricas o asilos o esos lugares que a veces salen en
la página de sucesos, llámales como te apetezca, pues esas personas
fueran sacadas de esos lugares allá por los años 80 e integradas en
la comunidad, es decir que estas personas ahora viven en casas dentro
de un barrio cualquiera con sus cuidadores bien pagados por los
servicios sociales, bien pagados por las empresas privadas o
agencias. "Integradas", y ojo a esas comillas que están
bien puestas, en la la comunidad. Lo de las comillas viene a raiz de
que cuando comienzas a trabajar en este negocio te das cuenta de que
la cosa de la integración es una cuestión meramente lingüistica y
que el resto del barrio no se ha enterado aun de que significa eso.
Bueno pues, ahí
estaba yo, consciente de que en el sector había trabajo y dispuesta
a asumirlo con tesón y valentía. Como no tenía experiencia, a todo
este cabe decir que yo en España era diseñadora gráfica, pues me
fui al jobcenter y solicité un curso de healthcare. Mi
orientadora me miró como el que ve una serpiente de tres cabezas
aparecer por la puerta de su casa pidiendole limosna para los
huerfanitos, pero tras el estupor inicial me comentó que
efectivamente había muchos cursos del gobierno para sacarte el
título básico de support worker o trabajador social porque el
sector estaba prácticamente vacío.
Total que
después de solicitarlo como tres veces al final me lo dieron en
Salford College, que está situado en Pendleton (cerca de las
universidades y el centro comercial). El curso duraba tres meses con
sus cinco horas al día de lunes a viernes, nada mal para ser un
curso subvencionado. Aprendí cosas “de cajón” como dicen en mi
pueblo, vaya cosas de lógica aplastante, y luego otras muchas que no
sabía, me dieron mi certificado homologado cuando lo acabé y ellos
tenían como “proyecto final” hacer entrevistas con agencias que
buscaban support workers sin experiencia para trabajar. Así que hice
cinco entrevistas con las agencias que se presentaron.
Mientras yo ya
me había puesto manos a la obra y había echado un par de
curriculums en otras agencias. Cerca de mi casa había una agencias
así que me aventuré y fui a la oficina. La chica que me atendió me
comentó que tenían un puesto libre de support worker para una casa
con una chica con problemas mentales, y que si me gustaría ir a una
entrevista con la encargada. Por supuesto le dije que si he hice la
entrevista.
Una semana
despumes me llamaron de esta agencia y me comentaron que había
conseguido pasar la entrevista y que me citaban para un training de
un día en sus oficinas. El training era generalista, a saber,
manipulación de alimentos, primeros auxilios, administración de
medicamentos, habilidades comunicativas, etc, todo muy básico.
Después de eso, la empresa me hizo el DBS (documento de penales,
necesario en todo UK para trabajar con adultos vulnerables o niños)
que me costó 45 libras a devolverlas por la agencia cuando cumpliera
100 horas de servicio con ellos y ya estaba lista para entrar a la
casa. Mi supervisora me dijo que yo estaba en “casos especiales”
así que cobraría un poco más que el resto de las secciones. Casos
especiales incluye: problemas mentales, autismo, gente violenta,
problemas graves de salud, gente con problemas psicológicos graves,
etc., vamos, lo que la gente de a pie entiendo por gente perturbada.
Debo decir que en mi caso solicité trainings específicos
como challenging behaviour que
viene a ser, como manejar personas con brotes violentos tanto para sí
mismas como hacia ti. Lo considero muy útil si vas a trabajar con
gente violenta, mi agencia me lo dio porque lo solicité, no se otros
casos como serán pero os aconsejo que lo pidáis si entráis a
trabajar con gente con problemas mentales solo por si acaso.
Cuando ya iba a
empezar me dijeron que no iba a ser un trabajo de jornada completa
como me habían comentado en un primer momento sino que me llamarían
solo cuando otro de los cuidadores no pudiera asistir. Así estuve
unos tres meses. Luego una chica se fue y entré al equipo a tiempo
completo. Durante el tiempo que estuve de apoyo otra agencia me
contactó y fui a un día de trabajo para ver como funcionaban,
estuve 8 horas que no me pagaron.
El trabajo con
ellos consistía en cuidar a cuatro personas adultas con problemas
mentales, autismo, crisis epilépticas, problemas de movilidad y
deficiencias mentales graves. Eran 10 horas al día, todos los días,
me pagaban el mínimo interprofesional y debía administrar
medicamentos, poner y quitar pañales, lavar y ayudar a vestirse a
tres de las cuatro personas, preparar la comida, dos de estas
personas tragaban con mucha dificultad y se podían ahogar así que
había que pasarles la comida, limpiar, salir a comprar, y llevar a
las personas a clases o al hospital, todo aquello sin ayuda de otro
cuidador. Me daban un training que duraba tres meses mientras estaba
trabajando bajo supervisión y después ya estaría sola.
Decidí
rechazarlo porque me vi superada. No me veía preparada para asumir
tal grado de responsabilidad y de no tener más vida que el trabajo,
amén del dinero ínfimo que me pagaban. Afortunadamente comencé a
trabajar a tiempo completo en el otro trabajo.
Y ¿que hacía
en la otra casa?, pues este tampoco era moco de pavo. Era un caso muy
interesante al menos desde mi punto de vista que tengo conocimientos
de psicología y soy así de rara, que le vamos a hacer¡. Era una
persona que vivía en su casa, no tenía problemas físicos, hacía
todo por si misma, sin embargo no podía estar sola. Tenía un largo
historial de abusos mentales y físicos y había desarrollado un
desorden disociativo de la personalidad (lo que todo el mundo conoce
como personalidad múltiple), en total tenía 5 personalidades.
Además tenía brotes violentos, cambiaba constantemente de una
personalidad a otra, tenía una personalidad obsesiva y manipuladora,
tenía epilepsia y era incapaz de hacer nada sin supervisión. En la
casa estábamos dos personas siempre con ella. Se trabajaba por
turnos de 8 horas o más, dependía de como tuviera el día, y los
turnos eran de mañana, tarde y noche. Eran turnos rotativos así que
podía tocarte un día de mañana y al día siguiente de tarde o de
noche y así. El equipo lo componíamos 10 personas solo para esta
persona.
Yo sigo sin
entender por qué esta persona tenía 10 cuidadores para si misma y
las otras cuatro personas solo tenían uno. Cosas de los servicios
sociales que nunca entenderé.
El trabajo
consistía en intentar que esta persona viviera en la realidad,
interactuando con ella, proponiendole hacer cosas, ayudándola a
limpiar la casa, salir de compras, preparar la comida, etc.
¿Parece
fácil? Pues no lo es. Nunca sabías cuando iba a sufrir un brote
violento y durante estos te podía hacer lo que quisiera y tú no le
podías tocar. Su entorno familiar tampoco ayudaba, su madre adoptiva
era una persona manipuladora que intentaba controlar al equipo a toda
costa. En fin, era un caso bien complicado. Mis compañeros de
trabajo llevaban milenios allí en la casa y ya se habían
acostumbrado a que les trataran como sacos de arena, pero a mi no me
hacía ni pizca de gracia. La agencia estaba en el caso por el dinero
y aunque me quejara no hacían nada. Yo intentaba que la persona
tuviera actividades fuera de la casa, porque se pasaba el día
sentada viendo la tele, pero sin el apoyo de mis compañeros y la
madre, que quería controlar todo el tinglado, era totalmente
imposible. La agencia me daba largas y luego me criticaba mi actitud
así que después de un año trabajando en esa casa, decidí dejarlo
porque ya no aguantaba más el acoso laboral al que me vi sometida.
En mi agencia no me ayudaron, y además me prometieron que aunque
dejase la casa me darían otros casos pero no fue así. Eso no
significa que todos sean iguales, pero esta es mi experiencia.
Después
trabajé un par de meses con ancianos. Este tipo de trabajo es
bastante duro también pero como yo venía de un caso “chungo” me
pareció mas llevadero. Consiste en ir de casa en casa, en visitas
que van desde 10 minutos a una hora y media, y ayudar al anciano,
bien a sentarle en la silla, a lavarle, a ponerle la comida, o hacer
la compra, depende del caso. Lo peor que yo le veía a este tipo de
trabajo era que ibas de una casa a otra en coche y el trayecto no te
lo pagan ni la gasolina, así que si por ejemplo tenías 8 horas en
tu rota y en realidad contando el tiempo de las visitas en total
estabas 5 horas de visitas, te pagaban 5 horas y el resto del tiempo
no. Ya depende de que te compense. Mis clientes eran muy apañados y
ayudaban en lo que podían, el otro cuidador con el que iba dependía
del que fuera, algunos eran apañados y otros eran para pegarles pero
son cosas que pasan. Aquí también cobras el mínimo inter
profesional. Yo lo recomiendo para coger práctica y aprender, una
temporada no viene mal y coges rodadura que viene muy bien. Con
ancianos hay muchísimo trabajo porque no hay casi gente que lo
quiera hacer, dada las condiciones.
Bueno
pues esta es mi experiencia, espero que le sirva a alguien. Decir que
es un campo con trabajo, es duro pero reconfortante sobre todo de
cara al cliente, yo nunca tuve problemas con ningún cliente y eso
que se suponía que ellos son los complicados. Aprendes mucho a como
lidiar con gente, el ingles ni te cuento porque nadie te va a hablar
en español, es una profesión recomendable pero hay que valer, esto
no es para cualquiera, pero si tú eres de los que vales, bienvenido
a la casa de muñecas¡ y recuerda: la cordura está sobrevalorada.
Sed
felices